Borges recuerda a una muchacha que le dijo: «Esa mañana, en Córdoba, fui a tomar el tren a Contitución (sic)». BORGES: «¿Cómo, en Córdoba, Constitución?». LA MUCHACHA (con impaciencia): «Yo llamo a todas las estaciones Contitución». Comentario de Borges: «Inmediatamente me enamoré». Adolfo Bioy Casares, Borges, Barcelona, 2006, p. 793
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